
años después de la destrucción

de Isla

Nublar, los dinosaurios

ahora conviven -y cazan- con los seres humanos en todo el mundo. Este frágil equilibrio

remodelará el futuro

y determinará, de una vez por todas, si los seres humanos



seguirán en la cúspide de los depredadores en un planeta

que comparten con los animales más temibles de la creación.